El periodista estructuró su discurso según los elementos básicos de toda comunicación (emisor, mensaje-canal y receptor) y fue desgranándolos uno a uno utilizando ejemplos del ámbito familiar y educativo. Su objetivo fue trasladar la importancia de la comunicación en el crecimiento personal y familiar: Lograr que el mensaje sea creíble gracias a la transparencia del emisor, su cercanía, simpatía, proximidad y el calor a los corazones, que sea relevante y con una actitud adecuada.
Finalmente, Del Junco cerraba la sesión insistiendo en la actitud de acercamiento ante las crisis y los ruidos que nos acompañan aceptando la complejidad de las relaciones como premisa.